Actualmente me encuentro cursando el cuarto año de la Licenciatura en Música con especialización en Enseñanza Musical en la Universidad de Montemorelos, una etapa de mi formación académica que ha sido enriquecedora y gratificante. Desde temprana edad, mi conexión con la música se estableció a través de mi participación activa en las actividades musicales de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, donde descubrí mi pasión y talento por este arte.

A lo largo de mi trayectoria, he tenido el privilegio de participar en diversas expresiones musicales dentro de la iglesia, como cantatas y obras teatrales con un componente musical importante. Además, he tenido la oportunidad de asumir roles de liderazgo, desempeñándome como director de coro y como solista vocal en diferentes agrupaciones musicales.

Estas experiencias han moldeado mi perspectiva sobre la música como una poderosa herramienta para la expresión artística, la conexión emocional y la comunión espiritual. Mi compromiso con la excelencia musical y mi deseo de transmitir conocimientos y pasión por este arte a futuras generaciones me motivan a seguir explorando y perfeccionando mis habilidades en el campo de la enseñanza musical. 

Adentrarme al mundo de la música ha sido uno de los desafíos más gratificantes que he enfrentado. Al iniciar mi carrera, me di cuenta de que carecía de los conocimientos básicos necesarios para emprender una licenciatura en este campo. Por ello, decidí dedicar un año a un curso de nivelación, el cual no solo me proporcionó las bases fundamentales que requería, sino que también me infundió la motivación necesaria para continuar con determinación en mi formación profesional.

Cada semestre trae consigo desafíos intelectuales, físicos y emocionales, pero mantengo la firme convicción de que Dios es la fuente suprema de toda sabiduría y que recompensa el esfuerzo constante. Aunque costear mi propia educación y mantenerme enfocado en mis estudios en ocasiones pueda resultar complicado, he experimentado la mano providente de Dios a lo largo de mi carrera, siendo Él mi mejor y más fiel patrocinador.

Me siento profundamente agradecido por haber alcanzado hasta el momento un desempeño académico destacado y por haber desarrollado una resiliencia que me ha permitido superar las circunstancias adversas que se han presentado en mi camino. Estoy convencido de que los desafíos de la vida no solo son inevitables, sino también oportunidades invaluables para el crecimiento y el desarrollo personal.